La verdad escrita en el cielo

El viento, el aire, el cielo, están llenos de verdades, de confesiones, de ilusiones, de desesperanzas y de temor. Por lo menos, eso escuche una noche de boca de un muchacho que, recostado sobre un árbol de un parque, estaba conversando con una nube.
De todos modos, no cualquiera puede acceder a esas definiciones del alma. Sólo son visibles para aquellos que han visto la lluvia golpeando la ventana, las flores secarse en otoño y el amor morir en una calle oscura.
Yo, con mucha dificultad, he visto una declaración que el cielo me confió, una noche que, por la ventana, contemplaba la lluvia caer.
El plazo de tu recuerdo será el amanecer
cuando salga el sol, ya todo será olvido.
El viento borrará tu rastro
y la niebla cubrirá el recuerdo del amor.

Los miedos que me acechan se morirán de miedo
la incertidumbre que me enamoró, será certeza
certeza que ya nada volverá a ser como fue.

No importa lo que piense la primavera
que ve pasar entre los árboles olvido y perdón
Prefiero recordar que ya vendrá el otoño y secará las flores...